Para mala suerte, una empleada que ofrece sus servicios en el hospital madrileño donde murieron dos misioneros repatriados por la enfermedad, dio positivo a las pruebas de ébola, convirtiéndose en el primer caso en ser contraído fuera de África.

La mujer “es una auxiliar de enfermería que trabaja habitualmente en el Carlos III” sin embargo no se ha confirmado que ella tuviera contacto alguno con los dos misioneros contagiados que estuvieron en el hospital.
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